Editorial

Resumen

La nutrición en la mujer es un tema de importante actualidad. Su importancia será válida durante toda su vida, desde la niñez a la vejez. En realidad, desde su concepción hasta la muerte. Y si no, recordemos que una buena nutrición es esencial cuando se desarrolla el nuevo ser, durante las varias semanas en que crece en el útero -día a día algo más rápido que un edificio-, lo es, también, cuando nace la bebé y desde las primeras semanas de vida, para afrontar el ambiente totalmente diferente del que tuvo en el vientre materno; cuando se desarrolla y crece durante la niñez, -etapa crucial-, de cuyo cuidado nutricional depende su posterior desarrollo físico, hormonal, intelectual; cuando en la pubertad y adolescencia diferencia la actividad de sus sistemas endocrino, inmunológico y reproductor, entre otros; cuando desarrolla a plenitud su papel de mujer, se reproduce, gesta, lacta; después, cuando sus ovarios algo fatigados inician su declinación funcional y sus tejidos corporales modifican su turgor, firmeza y elasticidad; cuando en la madurez, su vista, su corazón y arterias, sus huesos y articulaciones, sus defensas en involución, requieren de muchos elementos nutritivos, aún no determinados a cabalidad.