Fisonomía clínica de la preeclampsia de repetición y su pronóstico

Resumen

La preeclampsia de repetición, modalidad de toxemia gravídica que ofrece contornos propios, es una realidad clínica no discutible. Puede adoptar diferentes expresiones -dentro de la vasta gama de tonalidades de este cuadro tan particular del estado grávido- y su sintomatología retrograda, para desaparecer de manera definitiva, una vez producido el parto. Cuando el síndrome hipertensivo domina la escena, los fenómenos vasculares agudos pueden desencadenar crisis convulsivas y generar hemorragias en el territorio útero-placentario, accidentes éstos propios de los estados preeclámpticos. EI diagnóstico diferencial con enfermedades hipertensivas preexistentes suele ser difícil y será necesaria una exploración acuciosa que ratifique la indemnidad anatómica de la silueta cardíaca, la normalidad de las pruebas de funcionalismo renal, la ausencia de esclerosis en las arterias retinales, etc. De manera general puede aceptarse que mientras que los procesos antiguos hacen eclosión en la primera mitad del embarazo, agravándolo desde sus primeras etapas, la toxemia recurrente como aquella que aparece de primera intención, es tardía y se anuncia en el último trimestre, aun cuando por excepción puede estallar precozmente, interfiriendo en una época que no es de su específico dominio. Pese a la acción de impactos repetidos, suele evolucionar de manera reiterada como enfermedad genuinamente gravídica, sin dejar les iones anatómicas definitivas. Como toda toxemia, no obstante, puede ser el punto de origen de enfermedades vasculares definitivas, sea la glomérulonefritis crónica o la hipertensión esencial; para este grupo significó un 13.3 %. EI pronóstico, conforme a la experiencia ajena y a la del autor, es benigno, sin sujeción a la sintomatología a veces ruidosa y a los eventuales accidentes. En efecto, pese a los efectos propios de una enfermedad recurrente (2 y 3 veces) -37 gestaciones pertenecientes a 15 pacientes- la mortalidad del grupo fue de 0%, siendo que en la misma época la mortalidad genera: por preeclampsia alcanzó a 1.1 %. La mortalidad fetal perinatal, en cambio, fué apreciable (35.1 %), principalmente en las mujeres de mayor edad, en donde llegó a 78 .5%.