Insuflación útero-tubaria en ciclos normales e inducidos

Autores/as

  • Eduardo Bunster Clínica Ginecológica, Hospital del Salvador, Santiago, Chile
  • Lila Coronel Clínica Ginecológica, Hospital del Salvador, Santiago, Chile

DOI:

https://doi.org/10.31403/rpgo.v1i897

Resumen

Los autores realizan insuflaciones quimográficas en 107 mujeres portadoras de trompas normales en las cuatro semanas del ciclo menstrual en 30 mujeres postmenopáusicas y en dos casos de agenesia ovárica. En las mujeres normales comprueban que tanto la tonicidad úterotubaria inicial como el promedio de las tensiones a que pasa el gas en el curso de la insuflación son menores en la última semana del ciclo. Estudiando el problema en relación al grado de maduración del endometrio encuentran que la tonicidad útero-tubaria inicial es mínima en los endometrios de tipo secretorio inicial (equivalente a la tercera semana del ciclo normal) siendo máxima en los endometrios estrogénicos. Tomando en cuenta el promedio de las tensiones sucesivas en el curso de la insuflación encuentran que él es mínimo en los endometrios secretorios maduro Las insuflaciones realizadas en 30 mujeres climatéricas demuestran que la tonicidad útero-tubaria inicial es baja, que ella aumenta si se hace tratamiento con estrógenos descendiendo a cifras mínimas si se administra además progesterona. La tensión útero-tubaria media observada en el curso de toda la insuflación es igualmente más baja que en las mujeres jóvenes, asciende con la terapia estrigénica y desciende al agregarse progesterona sin llegar a las cifras alcanzadas en las climatéricas no tratadas con hormonas. Los resultados obtenidos en los casos de insuficiencia ovárica congénita (agenesia ovárica) son semejantes a los de las climatéricas. De los hechos comprobados se infiere que tanto la tonicidad úterotubaria inicial como la presión quimográfica en el curso de la insuflación aparecen subordinadas a la acción de los esteroides ováricos. Los estrógenos elevan tales tensiones y la progesterona, primando sobre éstos facilita la pasada del gas a través de la porción intersticial de las trompas. En consecuencia, la impermeabilidad fisiológica de las trompas que se suponía hipotéticamente que podría producirse con el aumento del espesor pre-menstrual del endometrio no existe, como lo prueba además un caso de fácil permeabilidad observado por uno de los autores en una embarazada de 15 días. Los autores preconizan como tiempo más apropiado para realizar la Insuflación la segunda semana del ciclo pero insisten que ella puede correctamente realizarse en la tercera o cuarta semana siempre que se elimine toda posibilidad de gestación.

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Publicado

2015-06-12

Cómo citar

Bunster, E., & Coronel, L. (2015). Insuflación útero-tubaria en ciclos normales e inducidos. Revista Peruana De Ginecología Y Obstetricia, 1(2), 14–24. https://doi.org/10.31403/rpgo.v1i897

Número

Sección

Artículos Originales