Parto vertical: Retornando a una costumbre ancestral

Autores/as

  • Jorge Calderón Departamento de Obstetricia y Ginecología, Red Asistencial Rebagliati, Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins (HNERM), EsSalud, Lima
  • José Bravo Departamento de Obstetricia y Ginecología, Red Asistencial Rebagliati, Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins (HNERM), EsSalud, Lima
  • Roberto Albinagorta Departamento de Obstetricia y Ginecología, Red Asistencial Rebagliati, Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins (HNERM), EsSalud, Lima
  • Patricia Rafael Departamento de Obstetricia y Ginecología, Red Asistencial Rebagliati, Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins (HNERM), EsSalud, Lima
  • Antonio Laura Departamento de Obstetricia y Ginecología, Red Asistencial Rebagliati, Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins (HNERM), EsSalud, Lima
  • Carlos Flores Departamento de Obstetricia y Ginecología, Red Asistencial Rebagliati, Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins (HNERM), EsSalud, Lima

DOI:

https://doi.org/10.31403/rpgo.v54i1083

Resumen

OBJETIVO: Determinar las ventajas del parto vertical frente al parto horizontal. DISEÑO: Estudio observacional, comparativo y transversal. LUGAR: Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins, EsSalud, Lima, Perú. PARTICIPANTES: Gestantes que tuvieron parto vertical o parto horizontal. INTERVENCIONES: Entre junio 2006 y junio 2007 se estudió 160 parturientas, 80 de las cuales tuvieron parto vertical (PV) y 80, parto horizontal (PH). PRINCIPALES MEDIDAS DE RESULTADOS: Tiempo de expulsivo, volumen de sangrado uterino, necesidad de episiotomía, complicaciones, percepción de la madre. RESULTADOS: El tiempo de expulsivo fue menor para el parto vertical frente al parto horizontal (11,39 min y 19,48 min, respectivamente). El volumen de sangrado promedio fue similar en ambos grupos (300 mL y 296,74 mL). Considerando el uso y el no uso de oxitocina posparto, se encontró diferencias estadísticamente significativas en el volumen de sangrado, siendo mayor cuando no se usó oxitocina. La maniobra de Kristeller casi fue innecesaria para el parto vertical (1,3%), mientras fue realizada en 16 pacientes con parto horizontal (20%). Se requirió la episiotomía con menor frecuencia para el parto vertical que para el parto horizontal (26,5% vs. 56,3%). Se necesitó instrumentación del parto en solo dos casos de parto horizontal (1 vacuum, 1 fórceps de salida). Se presentó un hematoma vaginal y una hemorragia posparto, para el parto horizontal, sin diferencia estadísticamente significativa. Hubo más desgarros vaginales en el grupo de parto vertical (en quienes no se realizó episiotomía), pero de poca profundidad (83% vs. 60%). Respecto a la percepción de la madre sobre el parto vertical, este fue percibido como más rápido, más cómodo y menos doloroso; la mayoría de las mujeres con parto vertical tuvo la satisfacción de ver la salida de su bebé (96,3% vs. 42,5%) y la mayoría de la mujeres de ambos grupos recomendaría el parto vertical (81,9% de las 160 mujeres). Conclusiones: El parto vertical ofrece ventajas significativas frente al parto horizontal, ofreciéndole a la parturienta un expulsivo más corto, menos doloroso, más cómodo y más satisfactorio.

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Publicado

2015-06-25

Cómo citar

Calderón, J., Bravo, J., Albinagorta, R., Rafael, P., Laura, A., & Flores, C. (2015). Parto vertical: Retornando a una costumbre ancestral. Revista Peruana De Ginecología Y Obstetricia, 54(1), 49–57. https://doi.org/10.31403/rpgo.v54i1083

Número

Sección

Artículos Originales